viernes, 12 de noviembre de 2010

La idea de las cosas

Hay personas que se enamoran de la idea de las cosas. O de la idea que tienen sobre las personas. La relación con la realidad que estas ideas puedan tener parece totalmente irrelevante para esa gente.
Por ejemplo, para N, yo soy una persona llena de luz y de música. Se aferra a esa idea y es lo que sostiene su relación conmigo, sus ganas de estar cerca mío. No hay quién le saque esa idea de la cabeza, aunque la mayoría del tiempo soy una persona oscura y sin un si bemol en mis días.
Para mi hermana, por otro lado, la gente de tal y tal colegio es toda idiota, y la gente de tal y tal otro es toda genial. No hay quién la haga cambiar de idea , no hay excepción que pueda torcerle la firmeza de su postura.
Yo, en cambio, siempre me enamoré de la idea de las cosas: me enamoré del surf porque los surfistas me parecían lo más poético del mundo, me enamoré de la profesión de actriz porque me gustaba Valeria Bertuccelli, me enamoré de la gimnasia deportiva porque me gustaba Nadia Comaneci, me enamoré de la idea de una familia porque pensaba que me gustaba la mía y que tenía que tener una parecida.
Llevadas a la práctica la mayoría de ellas, se desmoronaron una a una. Con el surf no lograba filtrar las espumas y pasaba más tiempo ahogándome que surfeando, en las clases de teatro me dormía tirada en el piso esperando mi turno para decir dos palabras entre 25 alumnos, la familia que quise formar se vino abajo por su propio peso y no hubo idea que la sustentara.
Aprender a leer y escribir las ideas propias de las cosas es volver siempre a primer grado.

lunes, 30 de agosto de 2010

La brecha generacional

I´m old. No hay más discusión posible al respecto.

Ayer entré a una librería, y el jovencito que me atendió me preguntó qué significaba el tatuaje que tengo en el cuello, abajo de la oreja.
Le conté que era el símbolo del primer disco de Faith No More.
No me entendió, no conocía Faith No More.
Igual me contestó, Qué flashero.
No le entendí, no sé qué significa flashero.
Nos sonreímos amablemente y me fui, llena de incógnitas y preguntas.

Si me caso no miento

Me cansé de las convenciones. Pero me cansé en serio. La gente se empeña en arruinar todo lo que debería ser espontáneo y original, y sigue un manual de procedimientos para cada ocasión. No sólo eso, sino que se esfuerza en no saltearse ningún capítulo.
Por ejemplo, los casamientos. De qué se tratan realmente?
Me ponen de malhumor los brindis. Especialmente si son con foto, todos los borrachos exponiendo la copita amarilla como un trofeo.
Peor me ponen las tortas de boda. Me asquean a niveles inimaginables.
La liga, el cotillón, el ritual del ramo y el vals ni siquiera merecen ser mencionados.
El avioncito a los novios me despierta un conocido impulso de asesinato colectivo.
La despedida de soltero me parece caníbal y demodé, y la noche de bodas un cache total (sobre todo teniendo en cuenta que no hay más señoritas que se casan en estado virginal y que esperan con ansiedad y miedo la noche en que mancharán las sábanas de rojo).
Sin embargo, hay algunos clichés que me despiertan un cierto fetiche, y tengo que confesarlos para no faltar a la verdad.
Me encanta el anillo de oro.
Me encanta el vestido rojo que me puse.
Me encanta el novio.
Me encanta que vengan todos mis amigos y que todo gire alrededor nuestro.
Me encanta emborracharme y comer como una cerdita.
Me encanta el amor!
Listo, lo dije.

jueves, 19 de agosto de 2010

Ahora sí, quiero!

Casarse de nuevo no es lo mismo.
Nadie te hace regalo.
Nadie te hace despedida (gracias a Dios).
Nadie te pregunta quién te hace el vestido.
Nadie espera que estés espectacularmente vestida, ni maquillada y peinada por celebrities de la móde.
Nadie espera que gastes una fortuna en agasajar a gente que odiás.
Nadie se molesta en suspender un viaje a Bariloche para asistir a tu casamiento.
La mitad de tus conocidos no va porque acaban de tener un hijo, o porque acaban de separarse, o porque no quieren ver a alguien que ya conocen de tu primer casamiento.

Y la verdad?
Es todo mucho mejor.
Qué libre me siento de contraer nupcias nuevamente y que a nadie le importe nada!

viernes, 6 de agosto de 2010

Haciendo memoria

Cuando era chica odiaba tener mucho pelo. Envidiaba el pelo finito de mi hermana, y que era lacio, y que era poco y domesticable.
También odiaba tener los labios gruesos. Carnosos. Me daban verguenza, incluso hoy la palabra carnoso me revuelve un poco el estómago. Quería tener los labios finitos y discretos de mis amigas consideradas las más lindas.
Cuando crecí un poco odiaba también mis tetas. Eran grandes para mi edad y me moría de verguenza de que me miraran por la calle; quería matar a todos los que me hacían un piropo subido de tono.
Ahora todo eso cotiza. Se disparó su valor en las bolsas. Mi pelo pasó de Mafalda a sauvage, mi boca de gruesa a deseable, mis tetas ni hablar. Y eso que ahora se achicaron un poco de nuevo.
Lo que yo me pregunto es: todo lo que me molesta ahora de mí se pondrá de moda en unos años? Porque es agotador esto de ir por la vida intentando mejorar todo el tiempo, para enterarte unos años más tarde de que todo el esfuerzo era en vano y que lo que cotizaba era la materia prima al natural.

jueves, 29 de julio de 2010

La evolución de la especie

No es que vamos evolucionando, y que cada día aprendemos algo. No nos engañemos.
No "mejoramos" nuestras relaciones porque reconocemos nuestros errores, o porque valoramos otras cuestiones. No.

Lo que pasa es que depende de la suerte del que nos agarre: si nos embarcamos en una aventura con el caballo cansado, o con miedo a la soledad, o con el reloj biológico a punto de dar las 12, las cosas se facilitan muchísimo. Aprendemos enseguida a perdonar, a permitir, a mirar para el costado. De repente somos personas comprensivas, con una alta capacidad para amar y brindarse sin barreras, que valora al otro por lo que es y no intenta cambiarlo.

Pero a mí me siguen molestando las mismas cosas que a los 4 años, por más que me esfuerce en disimularlo. Y todavía no aprendí a valorar al otro por lo que es, sino por los intentos que hace por ser como yo quiero (lo cual es altamente meritorio si examinamos mis cláusulas y condiciones).

jueves, 22 de julio de 2010

Reciclaje

Hubo una época en la que coleccionaba de todo: remeras de rock, autógrafos de músicos famosos, amigas, besos con chicos en boliches matiné, fotos de eventos memorables y de los otros también... Todo significaba algo, todo me remontaba a un momento especial, a una situación vivida, a una persona inolvidable.
Hoy en día las cosas cambiaron. Me da un alivio indescriptible juntar montañas de ropa que no uso y regalarla, tirar "recuerditos de viaje" o de amores pasados, romper fotoscartastarjetas, todo lo que se me cruce que me parezca "inútil" y tirarlo con énfasis al tacho de basura. Todo va a parar al sector "a regalar o tirar", y jamás vuelvo a pensar en esos objetos ni a extrañarlos.

No sé si esto significa que quiero viajar más liviano, o que mi pasado es un cúmulo de basura.

martes, 13 de julio de 2010

Intolerancia

Estoy tan pero tan enojada con la gente que está en contra del matrimonio y la adopción gay, que no sé ni cómo empezar a escribir sobre el tema.

viernes, 2 de julio de 2010

Cuestión de tamaño

Los hombres que les regalan lolas a sus mujeres porque no los calientan lo suficiente o porque no tienen el tamaño "adecuado", son los mismos que les meten los cuernos con prostitutas pero que se sienten buenos maridos y abnegados padres de familia.
Y esas mujeres, lo que deberían hacer, es regalarles implantes de pene o de rostro a sus respectivos compañeros, en caso de no estar satisfechas con el tamaño o el aspecto de los mismos, y obligarlos a pasar por la anestesia, la cirugía, el post-operatorio y la humillación correspondientes.

jueves, 24 de junio de 2010

Todos quieren ser Vanucci

La gente que escribe en facebook, twitter o MSN comentarios alusivos a su estado anímico y de pareja, del estilo:

"sola otra vez, paciencia"
"estoy felizzzz...."
"esperando que llameeee!"
"depresión, no puedo más y no hagan preguntas"
"aprendí algo de la vida y les agradezco a mis amigos por bancarme"

Es la misma gente que, si fuera famosa, haría lo mismo que Victoria Vanucci con su vida privada: la expondría en la vidriera pública, rogando por 5 minutos de atención para ser observada, desmenuzada, comentada y descuartizada.
Y yo sería Amalia Granata y les daría con un caño.

viernes, 18 de junio de 2010

Es un sentimiento

No hay manera de que nos pongamos de acuerdo. Es así, estamos destinados a tirar de la soga de extremos opuestos. Porque a mí no me convencen, las parejas perfectas son una puesta en escena, una obra de teatro ejemplar.

Cuando escucho en la radio a centenares de mujeres coreando emocionadas en el recital de algún innombrable "Yooooo quiero seeeer tu amor por siempreeeee", y por otro lado a grupos de hombres en fiestas y casamientos saltando desencajados y haciendo gestos obscenos al ritmo de "Nos sacamos el anillo carcelero y vivimos una noche de solteros", me doy cuenta de que esto va a ser siempre un River-Boca.

miércoles, 16 de junio de 2010

Clasificados

En un arranque de innovación laboral, mandé hoy mi curriculum vitae a tres avisos completamente heterogéneos entre sí:

- Asistente Financiero
- Docente de italiano
- Organizadora de eventos

Modifiqué mi curriculum tres veces, de acuerdo a los requisitos de cada aviso y creando tres identidades distintas, tipo The Bourne Identity.
Espero que no sean de la misma consultora.

domingo, 13 de junio de 2010

Quiero vivir dos veces, para intentarlo de nuevo

Siempre soñé con ser artista. No sabía de qué tipo. Actuar, cantar, bailar. Público y aplausos. En realidad soñaba con tener talento.
A los 8 años le pedí a mamá que me anotara en clases de ballet. Me llevó al estudio de Olga Ferri, y mientras yo me enamoraba de la clase que estaban dando, mamá se peleaba con la secretaria y me retiraba del lugar sin anotarme.
Quise cantar, entonces. Me mandaron a un instituto de música a tomar clases de guitarra, pero en la muestra de fin de año me dijeron que habíamos desafinado muchísimo con mi compañera de guitarra. Abandoné inmediatamente, por supuesto (todavía provoca sonrisas en mi familia evocar mis potentes alaridos entonando "No quiero ser tu amigo").
Colgué los hábitos y me resigné a que el arte dramático no era lo mío.

Muchos años más tarde, a través de la influencia de un amigo, me animé a desempolvar mi guitarra, cambiarle las cuerdas y tomar clases seriamente.
Hoy todavía no descubrí si tengo talento. Pero conseguí público y aplausos: mi hijo me mira extasiado y dice que le gusta mi música, y el Chino me aplaude y me pide otra.
Y lo mejor, es que creo que lo dicen en serio.

martes, 8 de junio de 2010

En altamar

En el día de ayer tuve encuentro con coordinador de Encuentros Terapéuticos, para lo que llaman "entrevista de seguimiento" (algo así como la posibilidad que te da el correo de seguir el trayecto de tu carta a través de internet, para saber en manos de quién está, qué grado de deterioro puede haber sufrido y cuánto tardará en llegar exitosamente a su objetivo, en el caso de que esto ocurriera realmente).
Aparentemente estoy navegando aguas tranquilas, mi barco se demorará todavía un buen tiempo en alcanzar puerto seguro y la brújula quedó algo dañada después de tantas tormentas, pero el panorama es alentador, el pronóstico sereno y calmo, y las probabilidades de que la inversión haya valido la pena, altas.

lunes, 31 de mayo de 2010

Cuestión de principios

Y justo cuando pensaba que tenía todo resuelto, la ecuación moral perfecta, los principios establecidos e inamovibles, me asaltó una duda terrible...

La verdad se cuenta cuando el otro está listo para preguntar o cuando uno está listo para contarla?
Porque es casi imposible que el timing sea el mismo.

Y ahora estoy en fojas cero nuevamente.

viernes, 28 de mayo de 2010

Oda matutina

1) Dejo a mi hijo en el colegio. Despedida efusiva, todavía es chico y no le da verguenza. Me pongo ipod y salgo a la vida. Me choco con algunos padres en la puerta, pero ya no soy ellos, ahora soy yo y los ignoro.
2) Camino hacia la oficina. Es la hora que más me gusta del día. Las veredas están vacías, y yo me apropio de ellas. Me da como una nostalgia de Buenos Aires, aunque ya estoy acá. Qué raro.
Los porteros manguerean, yo esquivo los chorros de agua con saltitos ágiles y me siento súper en forma, porque a la mañana pongo siempre música pilas y me la creo. Nada de Mañana en el Abasto.
3) Compro café en Havanna de avenida Corrientes. En realidad ahí ya estoy a dos cuadras del laburo, pero es la excusa: un café por la calle y el ipod mejoran mi visión del mundo. Y dilatan mi llegada a la oficina.
4) Paso adelante del teatro San Martín y paro siempre a mirar la cartelera. No sé, me siento más cerca del arte cuando hago eso, aunque después no vaya a ver nada. A veces no leo la cartelera, sólo me paro ahí. Hacer eso también me hace sentir cerca del arte. Me paro ahí y me quedo unos minutos escuchando el ipod. Me reconforta imaginar que la gente piensa esa chica está mirando la cartelera, y en realidad no la estoy mirando, estoy procastinando. Pero nadie diría eso, claro.
5) La gente me mira o yo miro a la gente? Me gusta la gente, toda la gente. A veces miro demasiado fijo, me dicen todos. Me siento feliz de vivir acá, aunque no sé bien por qué. Esta ciudad me canta, y yo le contesto.

miércoles, 26 de mayo de 2010

No entiendo

Para quién son las publicidades de tipos en calzones?
Pero en serio, digo. Para quién?

Porque no conozco a nadie que se caliente con un tipo con cara de doberman sin bozal, trabando músculos artificiales de gimnasio, el pecho depilado y chorreando aceite, y con el bultito apretadito a presión en calzón 3 talles más chico. No hay nadie decente que se pueda emocionar con eso, ni que se sienta incitado a comprar esos calzones. Ni a soñar con su pareja embutida ahí adentro, mucho menos. Dios nos libre.

martes, 25 de mayo de 2010

But the fighter still remains, Simon says

La música tiene la capacidad, no sólo de llevarnos a lugares que amamos (u odiamos), a personas que no están más, a viajes y vivencias que recuperan los colores a brocha y pincel, sino de hacernos sentir que somos esa canción, ese ritmo, esa letra. Quiero decir, literalmente.

En este momento, yo soy The Boxer, de Simon & Garfunkel. Y que nadie me diga que no lo ve.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Girl Friday

En viaje, repetido pero no por eso menos exciting, agarré come al solito un libro-de-viaje-compañía, de cualquier estante de cualquier estación de tren. En este caso se trató de Girl Friday, novela para mujeres que me atrapó inmediatamente, por archifamosa empatía/identificación con personaje principal. Pero a medida que fui avanzando, me identifiqué con el jefe misterioso, después con la amiga-enemiga, más tarde con la hermana, y finalmente con el ex marido.
Cuando terminé el libro reflexioné un instante, y luego lo abandoné prolijamente en el asiento de línea aérea, cosa que no hago jamás de los jamases. Sin despedidas ni rencores.
No es que no me haya gustado. Es que no me convenció que valiera la pena seguir acarreando ese peso muerto sobre mis hombros, y ahora que lo escribo no sé si me refería al peso del libro o al peso de los personajes y sus historias en mi cabeza. Es que nos parecíamos demasiado.

martes, 27 de abril de 2010

Seamos honestos

Estoy leyendo Vos me querés a mí?, de Romina Paula.
I couldn´t help but wonder...
En la facultad, amigo gay le preguntó a mi hermana: "Seguro que tu hermana no es gay? Tiene una energía tan linda, tan fuerte...!"
En la misma época tuve una famosa pretendiente, V, que me pedía que dejara a mi novio y saliera con ella. Un poco me divertía pero lo mío siempre fue lo otro. Pensaba.
Antes, en la época de la pizzería y los rollers, tuve aventura platónica con señorita patinadora, A.
Recordando, también tuve algún que otro roce homo en mi niñez. En todo caso, los roces hetero superaron siempre en cantidad y calidad a los anteriores.

Me pregunto:
Hay algo que no estoy asumiendo?
A mí, eso de tener secretos conmigo nunca me pareció buen negocio.

miércoles, 21 de abril de 2010

Susan Sontag dixit

Los peores y más despectivos comentarios sobre una mujer, los más machistas, los más prejuiciosos, no los escuché de boca de un hombre: los escuché de boca de otra mujer.
De otra forma, el sistema no funcionaría; sin la complicidad de sus propias víctimas.

lunes, 12 de abril de 2010

Sin devolución

Es que hoy en día te piden un certificado para todo: certificado de garantía, de calidad, de bachiller, de salud, de sanidad mental, de hiv, de hpv, de mba. Hoy escuché que en algunas empresas multinacionales te emiten un certificado de inteligencia, incluso. Por si dudabas de tus propias capacidades, vienen los de RRHH, te hacen una evaluación y bingo! ya nadie puede refutar tus argumentos.
Tendrá devolución la persona con certificado de inteligencia, como los televisores y la lechuga macrobiótica, en caso de que el empleador no esté satisfecho con los resultados?

martes, 6 de abril de 2010

Un destino incierto

Cuando miro hacia atrás tengo un currículum impresionante, en variedad, intensidad y duración de aprendizajes diversos. Pero no tengo ni la menor idea de qué hacer con ellos.
Los voy metiendo en una bolsa y coleccionando, sin jerarquizarlos ni darles mayor importancia. Con la misma vocación con que los emprendo, y luego de haber transitado los años necesarios para masterizarlos, los abandono sin ninguna nostalgia ni remordimiento. Carreras, cursos, artes marciales. Entre otras profesiones pintorescas, trabajé repartiendo pizza en rollers y como asesora en una financiera.
Si lo evalúo honestamente, mi dedicación en todos los trabajos estuvo al mismo nivel, en intensidad y compromiso. No termino de decidir si es que todo me genera mucho interés, o es que nada me parece muy importante.

jueves, 1 de abril de 2010

El baile de la gambeta

Desafiando todas las leyes del glamour y de la tan sobrevaluada femineidad, pasé la tarde jugando a la pelota en la plaza. Descubrí que todavía tengo talento para los pases, el sombrero, el jueguito y la gambeta.
Claro, mi contrincante es mi hijo de 6 años. Que no me quita ningún mérito, ya que después del partidito me aseguró sudoroso y enrojecido que juego "como ninguna mamá" y que soy la única que logró cansarlo.
Lo tomé en el sentido más optimista posible, of course.

jueves, 25 de marzo de 2010

Haciendo las cuentas

Y se nos escapa la vida entre los dedos, queremos retenerla y cada minuto se va de nuevo. Y otro. Y otro más.

"Qué hiciste hoy?"

Como si hacer cambiara algo. Como si detuviera algo.
Hacer hacer hacer, para contar contar contar.
Y se nos va la vida, haciendo para contar, contando para hacer, haciendo lo que no queremos contar, contando lo que no cuenta, y callando lo que cambió todo.

jueves, 18 de marzo de 2010

La vida en los suburbios

La vida debería dividirse en vida en el centro y vida en los suburbios (para los despistados que asocien las categorías con ubicaciones geográficas del lugar de emplazamiento de su vivienda, desde ya les aviso que se equivocan).
La vida en el centro se compone del trabajo, de las reuniones sociales, de los cumpleaños, de comprarse ropa en el shopping, de comer afuera y tomar un daikiri con amigos, de las opiniones (siempre amables) que emitimos sobre la historia amorosa de un amigo o sobre una película, de decirle te quiero a la persona que tenemos al lado poniendo cara de osito cariñoso.
La vida en los suburbios, en cambio, transcurre en el trabajo, pero mientras chateamos, hablamos por teléfono o buscamos pornografía; en los lugares que visitamos y que nadie conoce; en el sex shop donde elegimos disfraces; en el pedo que nos agarramos en secreto con una persona innombrable; en las opiniones que tenemos realmente sobre la gente más cercana, y en todo lo que siempre hicimos, pensamos y deseamos que no le contamos a nadie, y que lo escribimos bien apretadito y chiquito en un lugar oculto, donde en el fondo esperamos que alguien lo encuentre de una vez por todas y nos dejemos de farsas.

domingo, 14 de marzo de 2010

CreSer o no creSer

Crecer no es casarse, o conseguir un trabajo, o tener hijos, o hacer fiestas de cumpleaños.
Crecer es cambiar de sector.
Cada año que pasamos de grado, dejamos nuestros bancos de clase para que los ocupen los que vienen atrás.
Sin opción vamos cambiando de boliches, dejando el espacio tan arduamente ganado a chicos imberbes, para pasar a los de mayores de 25, adaptándonos a nuestro pesar a códigos más nuevos y música más vieja.
Y en los casamientos abandonamos el centro de la pista, empujados por generaciones más aptas para el wedding behaviour (saltar como endemoniados, chocar entre todos rasgando los vestidos en tronchas, vaciar nuestra copa de vino sobre el bailarín más próximo, hacer pogo con los novios que intentan divertirse durante 4 horas fatales) y sabiamente cambiamos de sector:

Haciendo uso del pretexto de la edad y del cansancio, nos trasladamos a las zonas aledañas a la pista, donde meneándonos con poco ritmo nos dedicamos a actividades mucho más interesantes, como el drinking, el eating, el flirting y el escaping.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Cable a tierra

Hay algunos olores que nos llevan siempre a la infancia. En mi caso, el olor del pallier de entrada al edificio donde vivían mis abuelos hace 25 años, en la calle Posadas; o el olor de las páginas de los libros viejos y un poco húmedos, de misterio y aventura; o el olor de la ropa de mimamá, apilada y apretada en sus cajones, que siempre olía distinto al resto de la ropa de los integrantes de la familia.
Por razones que sería muy extenso detallar, ya que tendría que relatar episodios completos de algunas lecturas de la niñez, pensar en helado de vainilla me remite a Enid Blyton, autora de las sagas de Los 7 Secretos y Los 5 Pesquisidores.
Comer pan con manteca me lleva inmediatamente a Oliver Twist y a la madrugada de su salida del hospicio de mano del señor Bumble.
Caminar en patas por el pasto me convierte automáticamente en Huckleberry Finn o en Tom Sawyer.
Así podría seguir enumerando hasta el infinito. Es como tocar un cable que está conectado con otro y pum!, se produce el chispazo del otro lado.

Y hay personas que son siempre infancia; al tomar contacto con ellas, el cable nos lleva directamente ahí. No importa la cantidad de años que hayan pasado, o que ahora tengan arrugas, o amarguras y frustraciones. Cada vez que las encontramos volvemos a sentir la risa, el brillo y la complicidad de los primeros años, y por algún motivo secreto esa impronta prevalece sobre cualquier otra cosa.

lunes, 8 de marzo de 2010

El quid de la cuestión

Y una cree que porque logramos el sufragio femenino, o metimos "mujeres gerente" en las empresas multinacionales, o porque podemos elegir entre ser madres y no serlo, o porque no queremos cocinar y hacemos que él lave los platos, ESA es la (tan publicitada) revolución femenina...
Por favor.
Hasta que no tengamos acceso libre a cabarutes, sexo pago y satisfactorio, amplia oferta de prostitutos por la vía pública y en los medios de comunicación, y NINGUNA censura social o moral al respecto, yo opino que somos las mismas vacas sumisas y oprimidas que hemos sido toda la historia. Y punto.

jueves, 4 de marzo de 2010

Avatar no estaba tan mal

Y finalmente, un día me pasó algo espantoso. Tan, pero tan espantoso, que me da miedo postearlo.
Me di cuenta de lo bien que me llevo con todas las madres que caen dentro de mis odiadas categorías, de las que hablo acá, y acá, y acá.
Si me siguen demostrando que estoy equivocada en mis (pre) juicios, voy a cerrar el blog.
O a sacar a mi hijo del colegio, ambas opciones consideradas al mismo nivel, en importancia y trascendencia.

domingo, 28 de febrero de 2010

Desconfío

Esos días (raros) en los que me despierto tranquilita y sin pensamientos perturbadores, salgo a la calle con desconfianza, mirando bien en cada esquina y pisando con cuidado cada baldosa.

Debe ser una sensación parecida a la que tienen los esquimales cuando se adentran pasito a paso en la superficie de un lago helado, y no saben nunca cuándo se puede abrir una grieta que se los trague sin aviso.

viernes, 26 de febrero de 2010

Diálogo sexista

Él: Al final todas las mujeres son completamente machistas. Lo único que quieren es que las mantenga un hombre, y poder boludear todo el día.
Yo: Acaso vos no querés que yo trabaje todo el día, mantenga la casa, y vos boludees sin interrupción? Eso qué es? FEMINISMO?

(......)

Él: No. Eso es un sueño.

jueves, 25 de febrero de 2010

Los mismos de siempre

Las personas que hoy tienen un blog son las mismas que levantaban la mano antes que nadie para contestar en primaria, cuando la maestra hacía una pregunta difícil.
Pero en conducta tenían 4.

Cibernautas

Yo sé que comió hamburguesas con un arcángel, que cruzó el charco varias veces, y que acumula basura en la puerta del edificio (no matter las quejas vecinales).
Ella sabe que trabajo cuando puedo, que miento cuando posteo, y que mi amor es gracioso y buen amigo.
Hemos reído, chateado, complotado y discutido. Pero cuando nos vemos no nos reconocemos, ni nos saludamos, ni nos adivinamos.
Blame it on internet.
Es que ya no sé quién es quién, ni quién soy yo, ni quién soy acá y quién soy del otro lado de la pantalla, para la que me lee y me interpreta desde su pantalla, con su café y su vaso de sparkling, y su celular que suena y atiendo, y es mi amor, que es gracioso y buen amigo.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Salvedad

Y para el que se le ocurra proponerlo, quiero dejar en claro que a pesar de las colas jamás se me ocurriría hacer las compras del super por internet. Eso sí que me parece perverso, es lo que hace la misma gente que vive en un barrio cerrado porque los chicos pueden andar en bicicleta (digo yo, es en lo único que piensan estas personas? porque nunca escuché otro argumento), o que se compra una 4x4 porque entra de todo (a pesar de que no pisan el barro ni la arena más de una vez por año, y cuando lo hacen circulan por caminos perfectamente accesibles para todos los vehículos).

domingo, 21 de febrero de 2010

Perversiones II

Hacer cola en cualquier lugar es de lo más perverso que hay, y más si no tenés el ipod y no te queda otra que aguantar parada y con la mente en blanco (cosa que ya de por sí despierta mis pensamientos más perversos), pero qué me dicen de la gente que está justo adelante tuyo en la cola y no sabe mantener un silencio respetuoso, y se da vuelta y te impone sus comentarios quejosos sobre la lentitud de la cola y la idiotez de la cajera, y una que por ser civilizada y no parecer un monstruo tiene que poner cara de comprensiva o de fastidio empático o de ama de casa apurada, cuando en realidad lo último que una quiere es poner cara de nada, ni darle charla, ni compadecerse de la que está adelante, que todavía encima lleva en el carrito productos inverosímiles como galletitas Frutigran (comida para los animalitos del zoo envuelta en papel más lindo), que siempre pensé que eran de gente masoquista o anoréxica. Y sumamente perversa.

lunes, 15 de febrero de 2010

Perversiones de la vida cotidiana

Hay gente tan, pero tan perversa, que hace horas de cola para obtener algo que no necesita. Ni desea. Ni vale la pena.
Por ejemplo, en Mar del Plata es común ver una cuadra de cola para entrar a "Manolo", célebre por sus churros, cuando en realidad sus churros no tienen nada de extraordinario y hay por lo menos 10 churrerías mejores y sin cola.
O me encuentro, al doblar una esquina por la calle Alberti, con una larga fila de señoras amontonadas a la entrada de una farmacia, donde una señorita de lo más orgullosa entrega gratuitamente bolsitas de lavanda. Para qué sirven las bolsitas de lavanda, por Dios?!
Ni qué hablar de la gente que se tira encima de las promotoras que regalan excentricidades, que van desde sobrecitos de jugos de sabores dudosos hasta descuentos para entrar al Aquarium los lunes entre las 4 y las 7 de la mañana.
Y la gente se codea, se empuja, se putea, por alcanzar el objeto en cuestión antes que el vecino.
Siempre me pregunto quiénes son estas personas. Cómo son sus vidas. Cuáles son sus sueños y aspiraciones. Y no logro etiquetarlos.

jueves, 11 de febrero de 2010

Fórmula del éxito

Todos los libros de Isabel Allende tienen:

- Una Niña morena y fuerte que desafía las reglas de su familia y de la sociedad: si no quiere trabajar en un circo, toma las armas en una guerra, o se niega a casarse con el hombre que no ama.
- Un Niño rubio y más débil que la Niña, de la cual se enamora perdidamente y lleva su amor hasta la muerte.
- Una Mujer con poderes de adivinación y habilidades de curandera, que ayuda en partos y abortos por igual.
- Un Padre frío y perverso, que elige el dinero o la gloria antes que a sus hijos. Posiblemente se aprovecha de la Niña y golpea al Niño.
- Un escenario pintoresco o selvático.

Igual leo todas sus novelas.

jueves, 4 de febrero de 2010

Beneficios en blanco

Natalia del Banco Galicia: Buenos días, llamamos por un beneficio!
Yo (bostezando, 9 am): Qué beneficio?
Natalia (con estusiasmo): Es un beneficio para personas con recibo de sueldo en blanco!
Yo: No es mi caso.
Natalia (con decepción): Ah, entonces usted es ama de casa. (??!!)
Yo: No hay beneficios para artistas, bailarines, personas que trabajan part-time, free-lance, dando clases a domicilio, en ONGs o ad honorem??
Natalia: No. Buenos días.

lunes, 1 de febrero de 2010

Los nenes con los nenes, y las nenas también

Y es que es un doble logro, en este mundo que nos tocó, no sólo hacer algo bien, sino que sea de hombres y que a nosotras nos salga mejor.
No importa si es surfear una ola en Waikiki, hacer un 360 con los roller, jugar al pool como un cowboy, o ganar una carrera de karting.
No importa si es conseguir el puesto que se disputaban tus compañeros varones, liderar una banda de rock, o tomar la iniciativa en el sexo (y además hacerlo todos los días).
Se siente como un gustito distinto cuando lo hacemos mejor.
Por eso me gustan las películas con Juliette Lewis o Michelle Rodriguez, por ejemplo.
Sólo para empezar la lista.

domingo, 31 de enero de 2010

Retorno a 500 mts

Todo es volver, un devenir y retornar en círculos cada vez más amplios.
Volvemos a Hello Kitty, a la Pantera Rosa, a Astroboy, porque sus colores no perdieron atractivo con los años.
Volvemos a las amigas de la infancia, porque juntas visitamos lugares secretos.
Volvemos a ABBA, a los Rolling Stones, a Pink Floyd, porque sus letras y su música son las mismas y sin embargo son siempre actuales. Por eso volvemos: tienen un mensaje nuevo para cada etapa, y nos llevan hacia atrás, para no olvidar, para revivirlas y reconocerse nuevamente.
Volvemos al mismo río que odiádamos de chicas (nos obligaban a estar horas bajo el sol, en la terraza, sin juegos, esperando). Volvemos porque algo nos llama. Y es que ya es hora.
Y sí, ahí está: la misma persona, en el mismo lugar. Pero ahora estamos listas para verlo. Por eso volvemos, y los círculos son cada vez más amplios, más completos, más perfectos. Y de repente, everything makes sense.

martes, 19 de enero de 2010

Listas

Me encanta planear en enero todo lo que voy a hacer el resto del año. Hago listas (adoro las listas, cualquier lista) de las actividades que quiero empezar o retomar, los horarios que me van a ocupar, las amigas que voy a ver más, las amigas que definitivamente me aburrieron y no voy a ver más, las cosas que aprendí y que no voy a repetir, las conductas nocivas que quedan en el 2009...
En fin, una lista infinita de mejoras y propuestas, como quien detalla que va a repintar su casa, cambiar las cortinas o remodelar baños y cocina.
Me da una sensación práctica y reconfortante, como si el solo hecho de hacer las listas ya me convirtiera en una gran persona, organizada y completa. Llevarlas a cabo y cumplir con las actividades y propuestas de las listas es totalmente secundario en mi caso.

martes, 12 de enero de 2010

Consejos sospechosos

A mí cada vez que alguien me dice "esto es lo que te conviene, esto es lo que te hace bien", me pregunto inmediatamente a qué se referirá y de dónde sacará tanta certeza. Además, abandono enseguida el camino recomendado en cuestión, porque una vez mi terapeuta M me dijo que cada vez que te salís de la senda correcta alguien se incomoda y trata de meterte ahí adentro de nuevo, así que a mí la senda correcta siempre me despertó grandes recelos y sospechas.

lunes, 11 de enero de 2010

Profesiones frustradas, o frustraciones profesionales

Entre todas las profesiones que ambicioné desarrollar de niña, puedo decir con todo orgullo que no he cumplido con ninguna. No soy ni escritora, ni veterinaria, ni santa, ni fotógrafa del National Geographic. Pero la única que lamento no haber alcanzado y que siempre me dejó una espina clavada fue la de acróbata de circo.
Todo culpa de Enid Blyton y de su libro Aventura en el Circo, del cual recuerdo cada capítulo y que leí en quinto grado.

lunes, 4 de enero de 2010

Vacaciones

Estoy en el mismo lugar que cuento acá y puedo sentir todo el tiempo que transcurrió.
Me veo a los catorce años. Está mi espíritu ahí, en la playa. Chino me dice, mirá, ahí estás vos. Me pone contenta que él también la vea. Está haciendo piruetas y mortales como las practicaba yo a esa edad y sé que soy ésa, y la de ahora, y la que no conozco que va a llegar en diez minutos, y en un año. Soy todas, y es una confusión de voces adentro mío que me ensordece, pero me anima y me divierte.
Y al fin y al cabo volver al mismo lugar de vacaciones año tras año es volver a buscar lo mismo una y otra vez, para no perderlo, para guardarlo, para escribirlo.