Hay algunas cosas que cuando escasean, no se extrañan; pero si se obtienen con frecuencia, no podemos vivir sin ellas.
Por ejemplo, la peluquería. Hacerse reflejos, o mechitas. O claritos. Nunca se te había ocurrido: hasta ahora, pelo natural, se cotiza sin canas, por ahí alguna tintura aclarante en el verano, tono sobre tono. Ahora, pasás por la peluquería para service completo y te quiero ver: asistencia perfecta todos los meses. Cada vez queda mejor, más profesional. Pensás que te parecés más a Jennifer Aniston. O a Gisele Bundchen. O a Flor de la V. Cuestión de gustos. Es un lujo, un gasto imponderable, pero vale la pena. Can´t live without it, de repente.
O el sexo, también. Las temporadas bajas no se extraña. Para qué? Sexo con desconocidos es una basura, todo el mundo lo sabe. Las primeras veces con un conocido, anche. Así que no nos perdemos de nada. Mejor salir con amigas, llenarse de ropa en invierno, evitar la cera, acostarse solita y en el peor de los casos, satisfacción por mano propia. Obvio.
Ahora, cuando lo tenés, y del bueno, agarráte. Porque no podés pasar dos días sin pensar en eso. No importa si él está cansado, si ya se echaron 2 polvos, si mañana hay que levantarse temprano, si los chicos pueden despertarse, si acá no da.
Por ejemplo, la peluquería. Hacerse reflejos, o mechitas. O claritos. Nunca se te había ocurrido: hasta ahora, pelo natural, se cotiza sin canas, por ahí alguna tintura aclarante en el verano, tono sobre tono. Ahora, pasás por la peluquería para service completo y te quiero ver: asistencia perfecta todos los meses. Cada vez queda mejor, más profesional. Pensás que te parecés más a Jennifer Aniston. O a Gisele Bundchen. O a Flor de la V. Cuestión de gustos. Es un lujo, un gasto imponderable, pero vale la pena. Can´t live without it, de repente.
O el sexo, también. Las temporadas bajas no se extraña. Para qué? Sexo con desconocidos es una basura, todo el mundo lo sabe. Las primeras veces con un conocido, anche. Así que no nos perdemos de nada. Mejor salir con amigas, llenarse de ropa en invierno, evitar la cera, acostarse solita y en el peor de los casos, satisfacción por mano propia. Obvio.
Ahora, cuando lo tenés, y del bueno, agarráte. Porque no podés pasar dos días sin pensar en eso. No importa si él está cansado, si ya se echaron 2 polvos, si mañana hay que levantarse temprano, si los chicos pueden despertarse, si acá no da.
NADA IMPORTA.
Y lo peor es que no podés entender cómo hiciste para pasar tantos meses de hambre.
Y lo peor es que no podés entender cómo hiciste para pasar tantos meses de hambre.