jueves, 29 de julio de 2010

La evolución de la especie

No es que vamos evolucionando, y que cada día aprendemos algo. No nos engañemos.
No "mejoramos" nuestras relaciones porque reconocemos nuestros errores, o porque valoramos otras cuestiones. No.

Lo que pasa es que depende de la suerte del que nos agarre: si nos embarcamos en una aventura con el caballo cansado, o con miedo a la soledad, o con el reloj biológico a punto de dar las 12, las cosas se facilitan muchísimo. Aprendemos enseguida a perdonar, a permitir, a mirar para el costado. De repente somos personas comprensivas, con una alta capacidad para amar y brindarse sin barreras, que valora al otro por lo que es y no intenta cambiarlo.

Pero a mí me siguen molestando las mismas cosas que a los 4 años, por más que me esfuerce en disimularlo. Y todavía no aprendí a valorar al otro por lo que es, sino por los intentos que hace por ser como yo quiero (lo cual es altamente meritorio si examinamos mis cláusulas y condiciones).

jueves, 22 de julio de 2010

Reciclaje

Hubo una época en la que coleccionaba de todo: remeras de rock, autógrafos de músicos famosos, amigas, besos con chicos en boliches matiné, fotos de eventos memorables y de los otros también... Todo significaba algo, todo me remontaba a un momento especial, a una situación vivida, a una persona inolvidable.
Hoy en día las cosas cambiaron. Me da un alivio indescriptible juntar montañas de ropa que no uso y regalarla, tirar "recuerditos de viaje" o de amores pasados, romper fotoscartastarjetas, todo lo que se me cruce que me parezca "inútil" y tirarlo con énfasis al tacho de basura. Todo va a parar al sector "a regalar o tirar", y jamás vuelvo a pensar en esos objetos ni a extrañarlos.

No sé si esto significa que quiero viajar más liviano, o que mi pasado es un cúmulo de basura.

martes, 13 de julio de 2010

Intolerancia

Estoy tan pero tan enojada con la gente que está en contra del matrimonio y la adopción gay, que no sé ni cómo empezar a escribir sobre el tema.

viernes, 2 de julio de 2010

Cuestión de tamaño

Los hombres que les regalan lolas a sus mujeres porque no los calientan lo suficiente o porque no tienen el tamaño "adecuado", son los mismos que les meten los cuernos con prostitutas pero que se sienten buenos maridos y abnegados padres de familia.
Y esas mujeres, lo que deberían hacer, es regalarles implantes de pene o de rostro a sus respectivos compañeros, en caso de no estar satisfechas con el tamaño o el aspecto de los mismos, y obligarlos a pasar por la anestesia, la cirugía, el post-operatorio y la humillación correspondientes.