Mi hija de 9 meses le tira de los aritos a María, la hija de mi amiga R. Es que mi hija no tiene aritos. Y creo que le gustan y yo no le puse. No es que no me gusten (bah, no me gustan). Pero en realidad lo que no soporto es la idea de pincharle las orejas a una beba para "diferenciarla" de los varoncitos. Como si ser varón fuera algo tan escandaloso.
O es al revés? Hay que diferenciarlas porque las terribles son ellas? Como sugiere mi amiga L, por qué no les pintamos la boca con rouge a las bebitas, así nadie se confunde por la calle? Francamente, me parece una buena idea: es mucho menos invasivo que el tema de los aritos y contribuye al mismo fin. Diferenciarlas.
Porque no basta con vestirlas de rosa, llenarles la cuna de muñecas, el cuello de volados y la cabeza de brochecitos y colitas. No, señor. Hay que agujerearlas, marcarlas de por vida. Como dice con notable lucidez J, el amigo de mi marido: Así ya les quedan, viste?
Y qué tal si a mi hija le gusta el piercing en el ombligo cuando crezca? Se lo debería hacer ahora, así ya le queda? Y un tatuaje en el antebrazo? Así ya le queda y no se tiene que tomar la molestia de ir a la Bond Street cuando crezca!