Cuando sos chica y vas al colegio, la infancia no transcurre en armonía entre la clase, el recreo y campeonatos de payana: se arman indefectiblemente bandas y grupitos que te dejan afuera o te dejan adentro, y eso sella tu vida para siempre.
Algunas forman alianzas basadas en su belleza de princesas y en sus rizos dorados: esas se casan todas con chicos del mismo colegio, forman parte del mismo club, sus maridos van a ser amigos entre sí y van a tener 4 hijos cada una. Alrededor de los 40 años la mitad del grupo se divorcia o cae en el alcoholismo, y terminan de revival en los brazos de un pibe de 20 que les sirve de amante y levantador de autoestima.
Otras se juntan por intereses o juegos en común: esas van a fundar asociaciones y a trabajar en empresas exitosas, se van a casar más tarde o nunca y van a ser deportistas y activas.
Hay quienes se hacen amigas porque las mamás las incitan, las empujan, a formar amistad con las elegidas: esas van a ser siempre unas frustradas, persiguiendo el sueño de lo que no fueron; son las eternas wannabes, enamoradas del chico equivocado y que terminan conviviendo con el que sobró y les dio bola.
Otras forman alianzas porque son las que quedaron solas y se sienten más fuertes en la unión: ese grupo es totalmente heterogéneo, y nos regala desde una cantante de ópera hasta la directora de una multinacional.
Y, last but not least, están quienes se hacen amigas porque se reconocen en la otra. Inventan códigos y secretos que más tienen que ver con la imaginación y la creatividad que con actividades tradicionales en niñas de su edad. Se ríen del mundo, crean otros nuevos, y la vida las junta una y otra vez: aquí, allá y en ningún lado, porque su amistad es un eterno devenir y los códigos y los secretos son siempre los mismos, en cualquier lugar que se encuentren.
Algunas forman alianzas basadas en su belleza de princesas y en sus rizos dorados: esas se casan todas con chicos del mismo colegio, forman parte del mismo club, sus maridos van a ser amigos entre sí y van a tener 4 hijos cada una. Alrededor de los 40 años la mitad del grupo se divorcia o cae en el alcoholismo, y terminan de revival en los brazos de un pibe de 20 que les sirve de amante y levantador de autoestima.
Otras se juntan por intereses o juegos en común: esas van a fundar asociaciones y a trabajar en empresas exitosas, se van a casar más tarde o nunca y van a ser deportistas y activas.
Hay quienes se hacen amigas porque las mamás las incitan, las empujan, a formar amistad con las elegidas: esas van a ser siempre unas frustradas, persiguiendo el sueño de lo que no fueron; son las eternas wannabes, enamoradas del chico equivocado y que terminan conviviendo con el que sobró y les dio bola.
Otras forman alianzas porque son las que quedaron solas y se sienten más fuertes en la unión: ese grupo es totalmente heterogéneo, y nos regala desde una cantante de ópera hasta la directora de una multinacional.
Y, last but not least, están quienes se hacen amigas porque se reconocen en la otra. Inventan códigos y secretos que más tienen que ver con la imaginación y la creatividad que con actividades tradicionales en niñas de su edad. Se ríen del mundo, crean otros nuevos, y la vida las junta una y otra vez: aquí, allá y en ningún lado, porque su amistad es un eterno devenir y los códigos y los secretos son siempre los mismos, en cualquier lugar que se encuentren.
7 comentarios:
y las que no pertenecimos a ninguno de los brillantísimos relatos de target ?!??!?!
... Nos dedicamos a escribir Blogs!!!! ;-)
oda a la amistad?
No entiendo a mis amigas y se que la mayor parte de las veces ellas no me entienden, asi y todo nos seguimos juntando y mas que en codigo es un dialecto paralelo al castellano!!!
No podés!!! jajaja
Osea que ud tampoco perteneció, pertenece a ninguno de los target!?!??!
Mmm yo diría que fui un poquito de todas, sobre todo de las últimas y en menor medida de las primeras: los rizos dorados no me caracterizaron jamás, jaja!
Me esmeré en saltar a la soga para obtener la preciada membresía del recreo-con-onda... y dps me pregunto porqué hago terapia!
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