Nunca entendí a las madres que van al acto de sus hijos, y no contentas con sacarle fotos a SU propia criatura sobre el escenario, dedican toda su atención a fotografiar a los compañeros, la escenografía, las maestras, a la directora discurseando bienvenida. Lloran, sacan fotos, obligan al marido a filmar y desenfocan en todo el proceso.
Además, antes del acto toman fotos de los niños disfrazados de cangrejos, monos, soldados y arbustos en mitad de la vereda, abrazados a otros compañeros, con otras madres, solos. Se confunden y sacan a un grupo donde no está su hijo, se sacan entre ellas, con sus hijos, con otras madres.
Y al finalizar el acto, en vez de huir desesperadas en busca de un café y un tostado, forman un piquete a la salida del salón de actos, donde se amontonan gritando, empujando, disparando sus cámaras con flash hacia todos lados, y obligando a sus hijos agotados y transpirados a repetir el mismo ritual de la vereda. Como si no hubiera sido suficiente.
3 comentarios:
Semejante desgaste inentendible amerita al menos una pausa de café y tostado. Me imagino que ud si habrá ido por ellos! Rescata a alguien de la especie???
Es ud una objetiva observadora del target madres ;)
Yo CORRÍ a por ellos!! ;-)
Y eso que soy la primera fan de MI criatura!!
Si rescato a alguien? No, no he encontrado complicidad para compartir mis observaciones, o tengo miedo de buscarla y equivocarme de compañera, jeje!
eso por la proliferación de las cámaras digitales y la impunidad de sacar ochocientas fotos que nadie va a revelar (y casi ni ver)
yo tengo muy poquitas fotos de cuando era (todavía) más criatura en los actos escolares...
bu...
Publicar un comentario