Te sentís bárbara una semana. Diez días. QUINCE. Llegás a desconfiar de tan armonioso estado mental, de tanta paz de espíritu. Pero sigue. Y no hay conflictos, o si hay son menores, o si son mayores pasan a la cama y de ahí al olvido. Y tomás LA decisión: no más terapia. Ya estás bien. Cómo no se dan cuenta? Todo entendido, incorporado, apre(he)ndido, superado.
Y el día antes de anunciarle a tu terapeuta que no vas a ir más, que te vas a tomar vacaciones para siempre de terapia, que te vas a Katmandú a proseguir tu camino de elevación espiritual... ZÁCATE! Same old story.
Por suerte no anunciaste nada. Cabeza baja, pico y pala otra vez.
Hace 5 años
2 comentarios:
O peor es cuando le decís a tu terapeuta que estas lista y saliste del hoyo negro, saca todos tu temas oscuros a la luz para demostrarte vilmente que eso de que el paciente decide cuando "darse de alta" es una soberana mentira...igual no volví porque me pareció muy burda su técnica de últimos minuto...
S.W.
excelente
Publicar un comentario