lunes, 31 de mayo de 2010

Cuestión de principios

Y justo cuando pensaba que tenía todo resuelto, la ecuación moral perfecta, los principios establecidos e inamovibles, me asaltó una duda terrible...

La verdad se cuenta cuando el otro está listo para preguntar o cuando uno está listo para contarla?
Porque es casi imposible que el timing sea el mismo.

Y ahora estoy en fojas cero nuevamente.

viernes, 28 de mayo de 2010

Oda matutina

1) Dejo a mi hijo en el colegio. Despedida efusiva, todavía es chico y no le da verguenza. Me pongo ipod y salgo a la vida. Me choco con algunos padres en la puerta, pero ya no soy ellos, ahora soy yo y los ignoro.
2) Camino hacia la oficina. Es la hora que más me gusta del día. Las veredas están vacías, y yo me apropio de ellas. Me da como una nostalgia de Buenos Aires, aunque ya estoy acá. Qué raro.
Los porteros manguerean, yo esquivo los chorros de agua con saltitos ágiles y me siento súper en forma, porque a la mañana pongo siempre música pilas y me la creo. Nada de Mañana en el Abasto.
3) Compro café en Havanna de avenida Corrientes. En realidad ahí ya estoy a dos cuadras del laburo, pero es la excusa: un café por la calle y el ipod mejoran mi visión del mundo. Y dilatan mi llegada a la oficina.
4) Paso adelante del teatro San Martín y paro siempre a mirar la cartelera. No sé, me siento más cerca del arte cuando hago eso, aunque después no vaya a ver nada. A veces no leo la cartelera, sólo me paro ahí. Hacer eso también me hace sentir cerca del arte. Me paro ahí y me quedo unos minutos escuchando el ipod. Me reconforta imaginar que la gente piensa esa chica está mirando la cartelera, y en realidad no la estoy mirando, estoy procastinando. Pero nadie diría eso, claro.
5) La gente me mira o yo miro a la gente? Me gusta la gente, toda la gente. A veces miro demasiado fijo, me dicen todos. Me siento feliz de vivir acá, aunque no sé bien por qué. Esta ciudad me canta, y yo le contesto.

miércoles, 26 de mayo de 2010

No entiendo

Para quién son las publicidades de tipos en calzones?
Pero en serio, digo. Para quién?

Porque no conozco a nadie que se caliente con un tipo con cara de doberman sin bozal, trabando músculos artificiales de gimnasio, el pecho depilado y chorreando aceite, y con el bultito apretadito a presión en calzón 3 talles más chico. No hay nadie decente que se pueda emocionar con eso, ni que se sienta incitado a comprar esos calzones. Ni a soñar con su pareja embutida ahí adentro, mucho menos. Dios nos libre.

martes, 25 de mayo de 2010

But the fighter still remains, Simon says

La música tiene la capacidad, no sólo de llevarnos a lugares que amamos (u odiamos), a personas que no están más, a viajes y vivencias que recuperan los colores a brocha y pincel, sino de hacernos sentir que somos esa canción, ese ritmo, esa letra. Quiero decir, literalmente.

En este momento, yo soy The Boxer, de Simon & Garfunkel. Y que nadie me diga que no lo ve.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Girl Friday

En viaje, repetido pero no por eso menos exciting, agarré come al solito un libro-de-viaje-compañía, de cualquier estante de cualquier estación de tren. En este caso se trató de Girl Friday, novela para mujeres que me atrapó inmediatamente, por archifamosa empatía/identificación con personaje principal. Pero a medida que fui avanzando, me identifiqué con el jefe misterioso, después con la amiga-enemiga, más tarde con la hermana, y finalmente con el ex marido.
Cuando terminé el libro reflexioné un instante, y luego lo abandoné prolijamente en el asiento de línea aérea, cosa que no hago jamás de los jamases. Sin despedidas ni rencores.
No es que no me haya gustado. Es que no me convenció que valiera la pena seguir acarreando ese peso muerto sobre mis hombros, y ahora que lo escribo no sé si me refería al peso del libro o al peso de los personajes y sus historias en mi cabeza. Es que nos parecíamos demasiado.